Desde el 1 DE SEPTIEMBRE DE 2012 hemos venido celebrando en numerosos pueblos y ciudades del planeta, las lecturas solidarias "ESCRITORES POR CIUDAD JUÁREZ".

Estas lecturas están convocadas en solidaridad con Ciudad Juárez, en representación de todo el pueblo de México y por extensión de cualquier otro rincón del planeta donde el miedo, consecuencia última de la violencia, es utilizado para imponer la voluntad y los intereses de los grupos de poder sobre los derechos y la dignidad de los pueblos y los ciudadanos.

En nombre del colectivo Escritores por Ciudad Juárez continuamos con esta llamada a la solidaridad y la movilización. Quienes lo deseen pueden remitirnos sus poemas o textos, alusivos al conflicto que padece Ciudad Juárez, que serán colgados en este blog y posteriormente utilizados en cuantos proyectos y publicaciones decidan los organizadores de las lecturas solidarias. Las colaboraciones serán colgadas como entradas, con el nombre del autor o autora, junto al nombre de la ciudad de donde nos escriben. Y cada nueva colaboración del mismo autor o autora será añadida a la primera de sus colaboraciones.

Dirección de contacto: poemasporciudadjuarez@hotmail.es

sábado, 5 de octubre de 2013

ABELARDO CARMONA, Burgos, Castilla-León


"Hay huesos que buscan su memoria
hay huesos que no resisten el olvido"
"no les importa a nadie, no mas que a sus familias"
"ciudad Juárez que invento el cóctel margarita"

Desaparecidas
En un poste, en el aeropuerto, en los centros comerciales,
en el mural de la policía, en el terminal de buses,
se fijaba un folio con el retrato de una mujer desaparecida.
Miedo, ilusión, esperanza. Agolpamiento de sentimientos.
El desierto desde arriba. Una carretera en medio de la nada.
Conduce a un rancho rodeado de arboles.
Volantes en los hospitales, volantes que vuelan a suerte de botella
en el mar, en el desierto, en la carretera, en la maquila.
Seguimos las pistas en calles con nombres de metales.
Antimonio y oro. Uranio y plata.
“Lechada” es igual a cal viva y otros ácidos
que se comen los tejidos sin dejar rastro.
Llevaba playeras, un pantalón azul,
y un gancho que le cogía el pelo,
al vuelo de planes y silencios.
Hay que esperar 72 horas para darla por desaparecida.
Ya volverá. Lo último que vieron
fueron sus marcas de zapatos, y las ruedas de un camión.
“La muerte surge como incidencia vehicular”,
surge como si las mujeres en ciudad Juárez
buscaron hombres que no desaparecen.
Me llamo Amanda, mi hija ha desparecido.
Aquí traigo su foto del último cumpleaños,
ve el pastel, tiene el numero 13 a ella le ha dado suerte.
Su padre se fue y su hermano, al otro lado
entre coyotes y polleros.
¿Por qué nadie ve nada?
Es como si ellas pisaron un hueco,
se las tragara la dimensión desconocida,
en las madrugadas de asfalto y arena.
Desaparecer, suspensión del tiempo,
pensamientos de fe que chocan con la violencia,
rezar para que los cadáveres que se amontan en
las cámaras frigoríficas no tengan
la sonrisa que guardamos
cuando se fue esta madrugada al trabajo.
Solo nos dan cifras.
Aquí nos quedamos,
no nos vamos, esperamos
al mago azul, al drácula de las vírgenes.
Que desaparezca nuestra sangre y nuestra leche.
No pariremos mas, nos casaremos con nuestras
mujeres.
Porque el amor y la ley del hombre
nos han dejado solas.




Parásitos, depredadores humanos, el parásito no se detiene, no deja de comer o de beber. Se expande, se fuga y crece, invade y ocupa. Propicia el ruido y el estrépito, la furia el tumulto y lo incomprensible. La asimetría y la violencia, el asesinato y las matanzas”

 1
Es fácil hablar de la muerte
entre cafés, risas. En bares
que pululan. Tapas, futbolines
dardos, maquinas de cigarrillo amarillos.

2
Viendo la línea del Paso y Texas.
En la mirada de Franklin y Cuahtemoc.
Correr el visor de la wikepedia,
visitando colonias, lomas, algodonales, desiertos,
Clubes, maquiladoras. Ver gringos que vienen
con la sombra de penitentes y cabezas de turco.

3
El canto de sonora, de Juárez,
donde la foto de la polaroid deja ver casas, distancias
y en los ojos el color del desierto.
Morenas de pelo largo,
llenas de hadas y duendes.
De ángeles que las abandonaron.

 4
Es fácil desde esta comodidad,
querer quererlas sin hacerles daño,
buscamos la malinche, que alumbre
turbios fondeaderos. Tirar los puentes
para extender la mirada en el templo
del sol cultivando vírgenes.

5
América de cobre y estaño.
trópico soltando el olor de la guayaba.
Mujeres buscando un espacio,
para aguantar la vida.
no están con nosotros,
han emigrado con su piel de ébano
pariendo en pateras, llenándose de
arenas y de universos umbilicales.

6
Magdalenas, Evas, las mejores.
El hombre las durmió y les quito la corona.
Ellas tejían y pescaban,
ellos guerreros buscaban el otro lado de la luna.

 7
Mujer de mirada de líneas y cuadros.
Casas de campo, lencerías acariciando el hielo.
Bodegas y naves que reclutan y adoptan chinas.
Ong’s subiendo banderas sobre helicópteros y barcos.

8
Estigmatizar, no tienen nada, han quemado sus yemas
para que no se arruguen,
para que no quede el último sueño.
Y no tengo la foto de carné en la maquila.

 9
Grupos, marchas, fiscalia especial.
El político de turno dice que se han perdido los valores,
no rezamos a la virgen de Guadalupe.
Todo esta resuelto.
El egipcio y los rebeldes están en el tambo.
Las que aparecen es la luna llena
que desata las pasiones.
La noche se coagulaba en el desierto”
La sangre peino la cabellera,
que caía encima del cóccix desgarrado.



"Tengo una certeza: Contra la nada, perdurara el destino. O la memoria. Al fin y al cabo, la vida de cada quien es un desafió misterioso en aquellos que nos sobrevivirá." Sergio González Rodríguez

J. Abelardo Carmona


Huesos y datos

Vivo en calles con nombres de poetas
como si el canto de la vida buscara
mis manos, mi pensar, frente al camino
de la luz, oscurecida en los pasajes
en que el hombre tira la red
para atrapar esa luz de la esperanza.
 Calle Martin Garrido, Altolaguirre, Miguel Machado.
En que recorro sus calles empedradas entre casas viejas
bares cerrados y basura que el viento mete
en puertas selladas.
En que la iglesia de ladrillos y piedra
suelta el sonar de la campana,
en el cotorrear de las palomas,
en el vuelo de las golondrinas,
en un cielo que despide el verano.
En la mierda que cae sobre la gárgola
que mira las calles solas y dejadas.

Siento el bullicio del colegio infantil
en el camino.
Niños y niñas tras una pelota,
La risas engrandecidas del  pilla pilla.
Con sus batas blancas al fresco viento.
Mañana todo será mejor.
Pienso en las mujeres de barrotes
y mirada cuadriculada.
En el clítoris floreciendo pétalos de sangre.
En la mirada rasgada acumulando el
resplandor de amores venideros.
África ofreciendo mujeres de caminar largo
en que la luna baña curvas de plata
en el sonido de tambores bata
buscando sus raíces entre los árboles.

Mujeres de Latinoamérica
soñando con hombres blancos y barbados
bajando de las tres carabelas
y el canto de la cigarra.
Soltar amarras porque nada salió.
Mujeres escandinavas,
De miradas azules divisando
un paisaje frio de cipreses.
La belleza de la mujer del Líbano,
en telas vaporosas dando su amor a quemarropa.

Mujeres porosas, mujeres frágiles.
Rasgando la piel del que las asesina.
Su himen quedo intacto.
“osario infame que fosforece bajo la complacencia…”
Teorías de asesino en serie,
hipótesis de cifras y estadísticas,
nombres y calculo de huesos.
Interpretaciones que no ayudan
a transformar de que los huesos
encuentren sus articulaciones,
que encaje los movimientos,
que encaje la mirada.

Juárez no cree en la justicia
Porque nunca la ha tenido.
Noviembre de mis muertos,
canto de trompetas soltando los sellos,
apocalipsis alumbrando los caminos
para ver a los asesinos con sus bolsas
de dinero y guadañas.
La TLC comprando y saqueando a Latinoamérica,
creando miedo, hambre y esclavas.
He ahí el “secreto del mundo”, del que hablara Bolaño.
“2666”, son muchos años.
Tal vez ahora recibiremos noticias buenas.
Las mujeres en ciudad Juárez son sencillamente felices.







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