Desde el 1 DE SEPTIEMBRE DE 2012 hemos venido celebrando en numerosos pueblos y ciudades del planeta, las lecturas solidarias "ESCRITORES POR CIUDAD JUÁREZ".

Estas lecturas están convocadas en solidaridad con Ciudad Juárez, en representación de todo el pueblo de México y por extensión de cualquier otro rincón del planeta donde el miedo, consecuencia última de la violencia, es utilizado para imponer la voluntad y los intereses de los grupos de poder sobre los derechos y la dignidad de los pueblos y los ciudadanos.

En nombre del colectivo Escritores por Ciudad Juárez continuamos con esta llamada a la solidaridad y la movilización. Quienes lo deseen pueden remitirnos sus poemas o textos, alusivos al conflicto que padece Ciudad Juárez, que serán colgados en este blog y posteriormente utilizados en cuantos proyectos y publicaciones decidan los organizadores de las lecturas solidarias. Las colaboraciones serán colgadas como entradas, con el nombre del autor o autora, junto al nombre de la ciudad de donde nos escriben. Y cada nueva colaboración del mismo autor o autora será añadida a la primera de sus colaboraciones.

Dirección de contacto: poemasporciudadjuarez@hotmail.es

domingo, 29 de septiembre de 2013

EDUARDO NABAL ARAGÓN, Burgos


Genocidios

Las mujeres van inseguras en los senderos por explorar
que les llevan a trabajos largos y poco seguros
Mientras espera el toque de salida
Una anciana piensa en su Luisa, su ya adolescente soñadora
que vuelve de la escuela
todos los atardeceres mexicanos
acompañada de los machos de la ciudad
A los que no ama, pero salvan y protegen.

Ay, pero el día que vuelva sola
Libre y caminante
Pensando en sus cosas
Que navajas le esperaran en la esquina,
Que violencias, que caminos asaltados
Que bandas secretas, paramilitares, cazarecompensas
Detrás de los espesos matorrales, sicarios
Serpiente traicionera, en el camino, tras un edificio derruido
Sin dejar rastro, ni sello ni firma

Ella tuvo el valor de acudir a comisaría
y se rieron de ella, de su piel casi morena, su barriga, su pelo arrancado, sus pequeñas heridas sin sutura, su carné caducado, su piel vieja, sus uñas sucias, su voz quebrada
Se rieron con sus uniformes ridículos y su innata prepotencia
De aquí allí, risas y esperas
burlaron sus pretensiones de cazar al asaltante, al posible asesino anónimo
Porque unas mafias siempre se protegen a otras, son las mismas
Solo cambian los nombres, pero piensan igualito
Solo el uniforme los distingue, o los identifica, caretas, cancerberos de los carteles
Como los guantes, identifican a las operarias
Ya se ha acostumbrado al ruido de la fábrica
a ser una mas en la cadena
A los gritos de la jefa
Pero no al silencio cómplice de amigos o vecinas
Leyes como telas de araña, atrapan mosquitos, dejan pasar avispones


Ahora recuerda a su hijo joto que se fue a probar suerte a la frontera
Considerado traidor a su casa y a su causa
Ladrón de cuerpos
Espalda mojada, vientre lechoso
harto de los hombres de la zona
de los populistas subvencionados por el clero
de sus plumas cercenadas en silencio
harto de bandas Molotov y empleos sin futuro
Ese que un día libre le enseño a leer
Pero no sabe si es verdad algo de lo que le cuenta en sus cartas
demasiado pulcras, demasiado limpias
cada vez más distanciadas en el tiempo
sin remite
Si logró atravesar alguna aldea
o miente
Cómo le enseñaron a mentir
Desde pequeño

Tantas horas haciendo lo mismo
Maquiladora, tejedora, Penélope borracha de calor soñando las bahías de Oaxaca
le dejan tiempo para pensar con la cabeza cana, tiempo para penar y pensar
Mientras trabaja con las manos tajeadas sin consuelo
una compañera hace un chiste, pero no la oye
absorta en su princesa sin corona

En su pequeña soñando a ser aventurera y estrella del cine gringo
En los policías sordos, en esos hombres bien vestidos de paisano
que vuelven a sus casas
Después de haber demostrado su hombría
Usando penes y machetes, cuerdas y pandillas
En descampados teñidos de rojo
cómo los atardeceres que se ven desde la fábrica

Dice que alguien debería hacer llegar el día
sea quien sea, ya no cree ni en Dios ni en el Gobierno
en que su hija pueda ir sola, caminar sola, sin machos protectores a su lado
Sola por todos los senderos, desafiando metas imposibles

Si, sola, princesa, rebelde, aventurera y libre por el país
Ladrona de dueños, pesadilla de los amos, Maria Félix, fugitiva de los guardias
Radiante, bruja, güera, caminante, maquilladora, maestra o estrella del cine gringo
Rabiosa hechicera, poniendo nombre a las hermanas muertas
Devolviéndoles sus rostros desfigurados
Por el ácido
Atravesando los puentes y caminos de los sexos
Un atajo entre sombras sudorosas
El espanto se marcha
Llega al camino del placer sin temblores
del goce elegido, de la hermana mestiza, del hermano que regresa
Delirante, capaz de dejar de sufrir,
Capaz incluso de lucir su cuerpo en las playas vacías
Como una feliz caperucita que ha desterrado
A ese lobo feroz que tan bien se esconde en los rincones de Ciudad Juárez

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