Desde el 1 DE SEPTIEMBRE DE 2012 hemos venido celebrando en numerosos pueblos y ciudades del planeta, las lecturas solidarias "ESCRITORES POR CIUDAD JUÁREZ".

Estas lecturas están convocadas en solidaridad con Ciudad Juárez, en representación de todo el pueblo de México y por extensión de cualquier otro rincón del planeta donde el miedo, consecuencia última de la violencia, es utilizado para imponer la voluntad y los intereses de los grupos de poder sobre los derechos y la dignidad de los pueblos y los ciudadanos.

En nombre del colectivo Escritores por Ciudad Juárez continuamos con esta llamada a la solidaridad y la movilización. Quienes lo deseen pueden remitirnos sus poemas o textos, alusivos al conflicto que padece Ciudad Juárez, que serán colgados en este blog y posteriormente utilizados en cuantos proyectos y publicaciones decidan los organizadores de las lecturas solidarias. Las colaboraciones serán colgadas como entradas, con el nombre del autor o autora, junto al nombre de la ciudad de donde nos escriben. Y cada nueva colaboración del mismo autor o autora será añadida a la primera de sus colaboraciones.

Dirección de contacto: poemasporciudadjuarez@hotmail.es

jueves, 26 de septiembre de 2013

CARLOS SANTIBÁÑEZ ANDONEGUI, Ecatepec, México


Tristes horas hábiles
 
Para el Poeta Víctor Argüelles
 
Tristes horas hábiles no se van ni se quedan,
son sólo la esperanza de jóvenes que llegan
sorteando el altibajo
para alquilar su fuerza de trabajo.
 
Como de día, como de noche llegan
a prodigar su miel en minutos;
obreras en la luz de la colmena
que no verán sus frutos.
 
Muchachas que pudieron en las tardes
acumular a mares su ternura,
aprender en lo amargo la dulzura
y llegar a ser madres.
 
Hoy se caen apuradas en racimos
de uvas ya marchitas,
que el rencor apretó contra su frente
de arrugas infinitas
que no vimos
 
y empañan el cristal indiferente
de este país doliente
en que nacimos.
 
Valiente Protocolo.
Para un país tan solo.
 
Muchachas que poblaron del sueño las orillas,
no es el odio quien roba las ansias que guardaban
sino su dueño el sol, él trae las maravillas
de los días que faltaban.
 
Dios habló antes que el tiempo las partiera en sus manos
con su reloj absurdo
y sus empecinadas manecillas. En su libro aclaró de viva voz:
Nada teman. "Del mal me ocupo yo".
 
Ah, qué sencillo es cuando habla Dios.
 
Le ha caído un balazo en la cabeza,
al ser más insolente: la tristeza.
 
Jóvenes que murieron en la honra.
¡Vivan sus cruces que les llevan lejos
y traen dolor a quien les dio la sombra!
Vivan en su misterio, porque son
la más pura energía de lo Viviente
con que se invoca a Dios,
que es sólo la abstracción de la abstracción,
selección de la selección:
¡el Sagrado Corazón!
 
Jóvenes de la región,
son parte del Sagrado Corazón.
 
Jóvenes y muchachas de la zona
que abarca lo más cerca y lo más lejos.
Olvidó la tristeza en su intentona
que habrían de herirla todos los espejos.
Ya gemirá dolida sin su forma
la mano que olvidó en su cobardía,
que a la noche hay un día, que se le asoma,
que es la luz quien imprime
a todo lo viviente
el amor que le nombra.
 
Jóvenes malogradas con saña.
Cuéntenme a mí, cuéntenme a mí su fantasma.
 
Tuvieron un trabajo temporal,
oyeron consejos,
no sabe, quien hurtó su ser mortal
que el universo destruirá su corona.
Cristo sofocará su brillo irreal.
De Cristo vienen todos los reflejos,
Cristo es la Verdad hecha Persona.
 
No esperaron a ver el fin del mundo,
muchachos y muchachas que se han ido
y se irán. ¡Viva Sagrario González!,
¡Jannet Fierro, Silvia Rivera Morales!
Ya sé por dónde van.
Hoy más que nunca creo en su mapa mental.
Tengo su guía, su fe, su orquesta sinfónica.
Su verdadera dirección electrónica.
 
Entre sus manos la muñeca rota
Ha seguido cantando ya sin voz.
Si no hace mucho tiempo en esos brazos decía
lo que nadie entendía
Ahora canta en un sueño aun más veloz:
Quien ha muerto no ha muerto.
Quien ha muerto se ha vuelto un Dios.
 
Su conciencia era un timbre que sonaba con creces.
Buscaron silenciarla con miedo
y le prendieron fuego.
Por eso ahora llama dos veces.
 
Jóvenes algún día contratadas,
para la eternidad arrebatadas.
Su soledad ha roto lo frágil.
No hay soledad que nazca de Dios,
Si esta fragilidad llega a ser voz.
 
Hay dulces, cuentos,
Voces abandonadas en el viento,
Cosas que alguna vez habrán oído
Con el oído todavía de niñas.
Cosas que el mundo no se atreve a ver.
Eso que se perdió en la brisa de ayer.
 
Ahora su voz está unida a las voces
que lamentan la verdad y gimen
la razón fundamental del crimen:
 
cuanto conocimiento habían logrado obtener
de las operaciones de ganar o perder
que piratean las almas
y las hicieron entregar sus armas.
 
Mentira que no hubiera una denuncia.
Que no se hubiera concebido hablar
Es algo en fin que nadie ha de parar.
El progreso aparente que a los pueblos ensucia.
La indiferencia que los vuelve a ensuciar.
 
Se ha evaporado el tiempo,
no hay nada al interior,
sobrevive el jardín en una rosa temprana.
Ha quedado por fin el alma al viento y nos llama,
no hay nada al interior
salvo aquel hoy papel arrugado en que se lee: Corazón
nos vemos mañana.
 

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